“Trascurrido un año se graduó Magna Cum Laude en la especialización de criminología y fue premiado con el codiciado premio Ferri, otorgado al mas prometedor abogado criminal.
La graduación en la real universidad de Italia fue el punto cumbre de su permanencia en Europa. Valió todos los sacrificios del año que acababa de pasar y justamente lo considero un triunfo personal así como intelectual. Fue la culminación de un sueño y quizás nadie puede culpar a Gaitán por dramatizarlo un poco y adornar los acontecimientos de ese día, como el lo conto en innumerables ocasiones, la ceremonia estuvo cargada de emoción y un sentido de tradición reverente. El hall estaba atestado con las personalidades italianas más importantes. El Rey Víctor Emmanuel, Mussolini y sus ministros se hicieron presentes, ocupando puestos de honor. Gaitán recordaría bien el breve momento en que fue el centro de atención de aquella distinguida audiencia, a medida que presentaba oralmente su tesis sobre la teoría de la premeditación. Cuando termino, el público aplaudió entusiasta, y había lágrimas en algunos ojos. De acuerdo al relato de Gaitán, Edda la hija de Mussolini, le lanzo los guantes y el rey grito “molto bene, bambino, molto bene”. Emocionado por la actuación brillante de su mejor alumno Ferri había acudido a felicitarlo besándole la mejilla.”
La graduación en la real universidad de Italia fue el punto cumbre de su permanencia en Europa. Valió todos los sacrificios del año que acababa de pasar y justamente lo considero un triunfo personal así como intelectual. Fue la culminación de un sueño y quizás nadie puede culpar a Gaitán por dramatizarlo un poco y adornar los acontecimientos de ese día, como el lo conto en innumerables ocasiones, la ceremonia estuvo cargada de emoción y un sentido de tradición reverente. El hall estaba atestado con las personalidades italianas más importantes. El Rey Víctor Emmanuel, Mussolini y sus ministros se hicieron presentes, ocupando puestos de honor. Gaitán recordaría bien el breve momento en que fue el centro de atención de aquella distinguida audiencia, a medida que presentaba oralmente su tesis sobre la teoría de la premeditación. Cuando termino, el público aplaudió entusiasta, y había lágrimas en algunos ojos. De acuerdo al relato de Gaitán, Edda la hija de Mussolini, le lanzo los guantes y el rey grito “molto bene, bambino, molto bene”. Emocionado por la actuación brillante de su mejor alumno Ferri había acudido a felicitarlo besándole la mejilla.”
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