Qué triste e ingrata esta misión de vida. Si se es capturado en una acción de la guerrilla, el secuestrado asciende a la par de sus compañeros en servicio y su familia recibe sus sueldos completos y al salir del cautiverio se le recibe como héroe y se le rinden homenajes y honores. Si por el contrario, cae en una acción de combate y muere en cumplimiento de su misión, pierde el derecho a ser tratado en la misma forma. El que muere cumpliendo con su honor y su misión no asciende nunca más, ( como no sea ese ascenso póstumo de cuadros que no de soldados) con lo cual, no solo se le niegan los honores al caído, sino que se discrimina su familia en comparación con el que, por una u otra razón, no combate hasta el final. Creo que se le hace un muy pobre favor al tema del honor militar y al cumplimento de la misión al discriminar y no favorecer igualmente a los que mueren en el campo de batalla, con los que se rinden, por cualquier razón. Me temo que estas disposiciones y procesos, terminan desmotivando la lealtad, el valor y el honor militar. Por el bien de la moral de combate, esto no puede continuar así.
Fernando Vargas