Por Edouardo Romano
"No voy a la batalla para ganar. Con el gobierno Tokugawa a punto de caer, sería una desgracia que nadie esté dispuesto a caer con ellos también. Esto es lo que tengo que hacer. Lucharé la mejor batalla de mi vida o moriré por mi país."
Hijikata Toshizō
Por años han subestimado nuestra inteligencia, se han burlado de nuestro sufrimiento, lucrándose con el sudor y el sacrificio de nuestro trabajo, a través de la corrupción, el nepotismo y la manipulación han convertido a nuestro pueblo en marionetas de sus intereses, la oligarquía podrida se apodero de nuestra realidad y con ella el futuro de nuestras madres, esposas e hijos.
Nuestra fe fue pisoteada, lo sagrado profanado y los derechos ignorados, en los campos y ciudades nuestros hermanos fueron masacrados, por la falta de seguridad, la falta de estado, del veneno de su corrupción surgieron, guerrillas y paramilitares, sus balas manchadas de deshonor se convirtieron en ley, universidades, barrios y campos fueron asolados por la muerte de un crisol de razas, negros, indígenas y blancos compartieron las mismas tumbas.
Lo grandes emporios del comercio quebraron nuestras pequeñas empresas, las trasnacionales se alimentaron de nuestros recursos, su dinero podrido compro la muerte de miles, redujeron los salarios, nos privatizaron empresas públicas, monopolizaron las vías más importantes, trasportadores, comercio informal, mecánicos alimentan la ambición de unos pocos.
Nuestra política internacional, fue entregada como fiducia a países sin corazón, permitieron que sus sucias peticiones ensuciaran nuestras leyes, condenaran el ejército, la dignidad, el alma de los pueblos, nuestra justicia fue manoseada, se acomodo a las exigencias de una falsa democracia, la democracia del dinero y la usura.
Las guerrillas que masacraron ayer, son excusadas hoy, el senado transformado en una plaza de mercado, donde la hipocresía y los intereses personales se convirtieron en el único motor de partidos y facciones, las circunscripciones especiales otorgadas a indígenas y negros fueron compradas por politiqueros.
Los asesinos de ayer nos son impuestos como los ejemplos de hoy, los medios obedecen al dinero RCN Y CARACOL se alimentan del plato pútrido de las mentiras y la conveniencia.
Los hombres de honor fueron encerrados, sus procesos maquillados, se asesino el alma del ejército, su corazón conoció el dinero y el interés, el ejército de honor del ayer no es más que un recuerdo en proceso de olvido.
La Presidencia antes un puesto respetable hoy se ha convertido en una cueva de ladrones y comerciantes, la mano invisible que determino el valor de las víctimas del las guerrillas y paramilitares “el olvido”, sus sucios funcionarios atraviesan el mundo como murciélagos, parece que gobernaran en función de su interés y no al servicio de un pueblo.
Nos imponen una ley de “antidiscriminación” justificada en la ilegalización de partidos “nazis fantasma”, que mas allá de un interés altruista manipulando el horror de los totalitarismos, se esconde la represión y la censura, debemos tener en cuenta que desde hoy manifestar desacuerdo frente a todo lo que vulnera los valores, patrimonio de nuestros padres y de los huesos que descansan en nuestra tierra, será punible, criticar los privilegios a homosexuales, el desprecio por la vida del aborto y la denuncia de la explotación extrajera será silenciado, la libertad hoy fue robada una vez más por la oligarquía y sus nuevos amigos la izquierda light “humanitaria”.
Hombres de bien, hombres de honor es el momento de glorificar vuestras esperanzas, nosotros hemos sido vestidos en un ejército de injusticias, hemos perdido a nuestros compañeros hemos sido ofendidos y a sus ojos no hemos dejado de ser simples enemigos del estado.
Pero aun el cielo está claro, siempre será así de claro, Tenemos que construir un mundo así.
El estado liberal actual se ha convertido en un esclavo del comercio y de la corrupción está totalmente podrido.
Si nosotros levantáramos la bandera todos los que se sienten insatisfechos se unirán a nosotros.
Hermanos que la represión y la mentira endurezca nuestras voluntades, que sea alimento del honor y semilla de valientes.
Solo resta recordar que la libertad no se regala se conquista!
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