martes, 15 de noviembre de 2011

HEMOS LIBRADO UNA GUERRA PARA PROTEGER UNA ROMA QUE NO EXISTE!



ANTE LA MENTIRAS LA ESTUPIDEZ Y LA COBARDÍA AVANTI RAGAZZI NACIONALISMO ÉTICO!


sábado, 12 de noviembre de 2011

AUTONOMISMO E INDEPENDENCIA



Por la confusión de los términos se confunden los hombres.

No hay que estar a las palabras, sino a lo que está debajo de ellas.

La autonomía sería una palabra grata al cubano y al puertorriqueño, puesto que autonomía sólo quiere decir gobierno propio, si el autonomismo no hubiese descompuesto los elementos necesarios para el gobierno propio.

La independencia sería más temible que deseable si con el nombre de ella se levantase a ahogarla una nueva tiranía.

Los autonomistas, con su derecho pleno de cubanos, pueden, cambiando totalmente de espíritu y de métodos, entrar en la obra que perdura cuando la suya se viene abajo, en la obra que se mantuvo abierta para recibir a los mismos que la perseguían y reprobaban, en la obra nueva y radical de la independencia. La independencia, que se anhela para fundir en el trabajo victorioso de la creación del pueblo nuevo los factores que pueden debilitarlo o rendirlo al extraño si se aflojan o divorcian, jamás podrá ser la continuación de la obra tortuosa, indecisa, descorazonada y parcial de la autonomía.

No es la caja sólo lo que hay que defender, ni es la patria una cuenta corriente, ni con poner en paz el débito y el crédito, o con capitanear de palaciegos una cuentas docenas de criollos, se acalla el ansia de conquistar un régimen de dignidad y de justicia, en que en el palacio del derecho, sin empujar de atrás ni de adelante, sean capitanes todos. La independencia no ha de ser, porque más valdría entonces que no fuese, el desconocimiento del derecho de una entidad cualquiera de la familia del país, nueva o histórica: hemos sido azotados, y el primero en verdad sería el que hubiese recibido más azotes, si no estuviese antes que él el que se alzó contra ellos. Por el poder de erguirse se mide a los hombres. Las columnas son sustento más seguro de un pueblo que los lomos. Los lomos se han de enderezar. Las columnas se rompen, pero no se doblan. La obra de la columna no podría hacerse con los lomos.

Con el autonomismo de gabinete, que con la bandera de la evolución se ha puesto en el camino de la evolución real del país, y sólo entrará en vida cuando entre en ella, -la independencia sólo puede obrar como se obra con los obstáculos: o se carga con ellos, y se les abre espacio para seguir la pelea con más poder, o se les deja de lado. Pero el número del país, que por el autonomismo enseñaba su anhelo de libertad inextinguible, y expresaba en él los deseos de independencia que agitan su corazón; el número del país, que por la tentación de la actividad mantenía en el autonomismo la resistencia a España, ése no es ejército propio de los que con España pueden vivir en paz sincera, y apetecen y buscan la paz con España, y desconocen con su alma peninsular el alma criolla, sino ejército de la resistencia contra España. Y el día en que pudiese volver a surgir, aunque hemos de sangrar y bregar porque no surja, el conflicto por donde la guerra pasada vino a fin, el conflicto entre el espíritu confuso y grandioso de la guerra, sublime y viable a pesar de su desorden, y el ánimo sectario y encogido de aquellos en quienes se vinculó su representación, no estará el número del país con los que miran más a un grupo de él que a la obra común de todos los grupos, o a los intereses de unos más que al interés de todos; no estará con los que en un pueblo probado por el heroísmo brillante de la campaña y el heroísmo silencioso del destierro, quieran continuar la vida arrogante o recelosa de la esclavitud, con sus miras poblanas y sus hábitos canijos; no estará con los enemigos de la independencia. Y sólo los enemigos de la independencia pueden estar con los que no la traigan en su corazón.



RAFAEL URIBE URIBE Y EL MODELO NACIONALISTA Y REVOLUCIONARIO "ADELANTE CAMPESINO"!

"Si fuéramos capaces de unirnos, qué hermoso y que cercano seria el futuro"

Si se quiere llegar a entender el pensamiento de ese gran tribuno que fue Rafael Uribe Uribe primero hay que comprender sus contradicciones, de joven, liberal radical y adherente al libre cambio, pero en su adultez, nacionalista revolucionario y combatiente por la autosuficiencia nacional. Como todo hombre de honor se caracterizaba por su valor, disciplina y espíritu revolucionario, su adherencia al nacionalismo le significo la vida pero a su vez marco un hito de aquellos que se plasman con sangre en nuestra bandera.

Uribe Uribe y su discurso de 1904 en el Teatro Municipal otorgó la esencia del modelo al cual aspira la Revolución colombiana, asumiendo el título de “Socialismo de Estado”, el mismo apelativo bajo el cual en el pasado el sistema lo había encajado a él y a otros pensadores, entre los que podemos encontrar, entre otros a Miguel Antonio Caro.

“Me he trasladado a otras regiones intelectuales y a una política más noble y serena” diría Uribe Uribe, el tribuno ya no representaba los intereses del Partido Liberal sino de algo mucho más grande “El resto de mi vida me dedicaré al servicio de mi país, como patriota, no de una variedad política…Ahora no soy nada más que un colombiano”.

POR UN ORDEN NUEVO EN UNA COLOMBIA NUEVA

El modelo estatal propuesto por Uribe Uribe se puede resumir en varios puntos, pero su medida más radical era la creación de una “Cámara del Trabajo”, que sería designada por “Elección profesional, emanada de los Sindicatos o Corporaciones que representan a los gremios organizados y a las entidades que ya existen”. La cámara del trabajo debe quedar dividida en tres secciones: “La de los intereses comunes (estadística, asistencia pública, comercio, finanzas, trabajos públicos, defensa nacional, relaciones entre el capital y el trabajo, enseñanza, higiene); la de intereses especiales: agricultura, minas, manufacturas, medios de transporte, bellas artes y pedagogía; y la de aplicaciones sociales: estímulo a los descubrimientos en invenciones, crédito, seguros, etc.” Los gremios y corporaciones eran más apropiados para garantizar no sólo la responsabilidad sino la eficacia en los asuntos por decidir “echados a perder por entrometidos presuntuosos que no los conocen ni tienen interés en ellos”.

El Estado Orgánico así concebido, significaba la participación directa del pueblo en la comunidad, la participación de lo que Uribe Uribe llamaría “fuerzas vivas”. Todo tendría que ser concebido de acuerdo a dicha base, los bancos debían cumplir funciones a favor del crecimiento de las cooperativas y a favor de los trabajadores a su vez todos los ministerios debían estar ligados a un factor de producción.

El modelo del trabajo, moldearía su tesis. Su lucha sería por “el ciudadano trabajador y virtuoso”. El hombre tenía derecho a los beneficios de su trabajo duro, cosa que lo llevaría a rechazar el sistema imperante de herencias que hacen según Uribe Uribe al hombre un “haragán corrompido”. Así puede concluir “Socialismo de Estado. No soy partidario del socialismo de abajo para arriba, que niega la propiedad, ataca el capital, denigra la Religión, pero declaro profesar el socialismo de arriba para abajo por la amplitud de las funciones del Estado”

El Estado según Uribe Uribe representante eterno de los intereses del pueblo, tendría a su vez la responsabilidad de la educación estética, encarnada en teatros populares, bibliotecas, gimnasios públicos, y conciertos nocturnos al aire libre.

Pero su radicalidad no pararían allí, Uribe Uribe deseaba la participación de los trabajadores asalariados en las ganancias de las compañías para ello fomento la formación de cooperativas, sindicatos o cualquier forma de sindicalización que le diese poder a los trabajadores.

Por último hay que denotar sobre el ideal de autosuficiencia y libertad, es decir de Autarquía, es donde Uribe Uribe concluye su ideal político: “Necesitamos fábricas de cerámica y cristalería…de productos químicos, drogas y perfumes, de pólvora…producción de acero, refinerías de petróleo, preparación y refinación de asfalto…con el fin de suprimir la importación de todos los artículos que puedan fabricarse con ventajas en el país, para lo cual puede contarse con la actual orientación de nuestra política que es realmente hacia el proteccionismo racional”.

SANTIAGO IASI

viernes, 11 de noviembre de 2011

DIFAMACIÓN CONTRA LA CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO

Carta OIT

jueves, 3 de noviembre de 2011

COMUNICADO A LA OPINION PUBLICA SANTANDER QUILICHAO


Comunicado a La Opinion Publica Santander Quilichao


miércoles, 2 de noviembre de 2011

LUCHA IDENTITARIA IRLANDESA!


MI RAZA (JOSE MARTI)


"Esa de racista está siendo una palabra confusa, y hay que ponerla en claro. El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra: dígase hombre, y ya se dicen todos los derechos. El negro, por negro, no es inferior ni superior a ningún otro hombre: peca por redundante el blanco que dice: "mi raza"; peca por redundante el negro que dice: "mi raza." Todo lo que divide a los hombres, todo lo que los especifica, aparta o acorrala, es un pecado contra la humanidad. ¿A qué blanco sensato le ocurre envanecerse de ser blanco, y qué piensan los negros del blanco, que se envanece de serlo, y cree que tiene derechos especiales por serlo? ¿Qué han de pensar los blancos del negro que se envanece de su color? Insistir en las divisiones de raza, en las diferencias de raza, de un pueblo naturalmente dividido, es dificultar la ventura pública, y la individual, que están en el mayor acercamiento de los factores que han de vivir en común. Si se dice que en el negro no hay culpa aborigen, ni virus que lo inhabilite para desenvolver toda su alma de hombre, se dice la verdad, y ha de decirse y demostrarse, porque la injusticia de este mundo es mucha, y la ignorancia de los mismos que pasa por sabiduría, y aún hay quien crea de buena fe al negro incapaz de la inteligencia y corazón del blanco; y si a esa defensa de la naturaleza se la llama racismo, no importa que se le llame así, porque no es más que decoro natural, y voz que clama del pecho del hombre por la paz y la vida del país. Si se alega que la condición de esclavitud no acusa inferioridad en la raza esclava, puesto que los galos blancos, de ojos azules y cabellos de oro, se vendieron como siervos, con la argolla al cuello, en los mercados de Roma; eso es racismo bueno, porque es pura justicia y ayuda a quitar prejuicios al blanco ignorante. Pero ahí acaba el racismo justo, que es el derecho del negro a mantener y probar que su color no lo priva de ninguna de las capacidades y derechos de la especie humana.


El racista blanco, que le cree a su raza derechos superiores, ¿qué derecho tiene para quejarse del racista negro, que le vea también especialidad a su raza? El racista negro, que ve en la raza un carácter especial, ¿qué derecho tiene para quejarse del racista blanco? El hombre blanco que, por razón de su raza, se cree superior al hombre negro, admite la idea de la raza, y autoriza y provoca al racista negro. El hombre negro que proclama su raza, cuando lo que acaso proclama únicamente en esta forma errónea es la identidad espiritual de todas las razas, autoriza y provoca al racista blanco. La paz pide los derechos comunes de la naturaleza: los derechos diferenciales, contrarios a la naturaleza, son enemigos de la paz. El blanco que se aísla, aísla al negro. El negro que se aísla, provoca a aislarse al blanco.

En Cuba no hay temor alguno a la guerra de razas. Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro. Cubano es más que blanco, más que mulato, más que negro. En los campos de batalla, muriendo por Cuba, han subido juntas por los aires las almas de los blancos y de los negros. En la vida diaria de defensa, de lealtad, de hermandad, de astucia, al lado de cada blanco, hubo siempre un negro. Los negros, como los blancos, se dividen por sus caracteres, tímidos o valerosos, abnegados o egoístas, en los partidos diversos en que se agrupan los hombres. Los partidos políticos son agregados de preocupaciones, de aspiraciones, de intereses y de caracteres. Lo semejante se busca y halla, por sobre las diferencias de detalle; y lo fundamental de los caracteres análogos se funde en los partidos, aunque en lo incidental, o en lo postergable al móvil común, difieran. Pero en suma, la semejanza de los caracteres, superior como factor de unión a las relaciones internas de un color de hombres graduado, y en sus grados a veces opuesto, decide e impera en la formación de los partidos. La afinidad de los caracteres es más poderosa entre los hombres que la afinidad del color. Los negros, distribuidos en las especialidades diversas u hostiles del espíritu humano, jamás se podrán ligar, ni desearán ligarse, contra el blanco, distribuido en las mismas especialidades. Los negros están demasiado cansados de la esclavitud para entrar voluntariamente en la esclavitud del color. Los hombres de pompa e interés se irán de un lado, blancos o negros; y los hombres generosos y desinteresados, se irán de otro. Los hombres verdaderos, negros o blancos, se tratarán con lealtad y ternura, por el gusto del mérito, y el orgullo de todo lo que honre la tierra en que nacimos, negro o blanco. La palabra racista caerá de los labios de los negros que la usan hoy de buena fe, cuando entiendan que ella es el único argumento de apariencia válida, y de validez en hombres sinceros y asustadizos, para negar al negro la plenitud de sus derechos de hombre. De racistas serían igualmente culpables: el racista blanco y el racista negro. Muchos blancos se han olvidado ya de su color; y muchos negros. Juntos trabajan, blancos y negros, por el cultivo de la mente, por la propagación de la virtud, por el triunfo del trabajo creador y de la caridad sublime.

En Cuba no habrá nunca guerras de razas. La República no se puede volver atrás; y la República, desde el día único de redención del negro en Cuba, desde la primera constitución de la independencia el 10 de abril en Guáimaro, no habló nunca de blancos ni de negros. Los derechos públicos, concedidos ya de pura astucia por el Gobierno español e iniciados en las costumbres antes de la independencia de la Isla, no podrán ya ser negados, ni por el español que los mantendrá mientras aliente en Cuba, para seguir dividiendo al cubano negro del cubano blanco, ni por la independencia, que no podría negar en la libertad los derechos que el español reconoció en la servidumbre.

Y en lo demás, cada cual será libre en lo sagrado de la casa. El mérito, la prueba patente y continua de cultura, y el comercio inexorable acabarán de unir a los hombres. En Cuba hay mucha grandeza, en negros y blancos."


Artículo "Mi raza." De "Patria". Nueva York, 16 de abril de 1893. Obras Completas. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1976. Tomo 2. Páginas 298 a 300.

UN HOMBRE SINCERO




martes, 1 de noviembre de 2011