Los medios de comunicación, son un instrumento social y político que tiene como fin controlar la información que es divulgada a la población y mediante ella moldear el pensamiento para que este sea conveniente o acorde con la dictadura u oligarquía que ostenta el poder.
La plutocracia que maneja a determinado país debe controlar todo medio de comunicación masivo y otros de menor difusión para dar la impresión de libertad de pensamiento. En el fondo, entre los diversos medios existe una coherencia filosófica e ideológica en todos aquellos espacios aceptados y divulgados por el régimen, llámense liberales, conservadores del centro y hasta de la izquierda, son todas caras de una misma ideología. Las ideas que no van acorde a lo deseado simplemente no son divulgadas, a lo sumo serán difamadas, perseguidas o distorsionadas, y sólo se les admitirá cuando su posibilidad de divulgar información e ideas sea precaria.
Es tan simple como ver la televisión, un periódico o escuchar la radio, para entender el control que se practica sobre cada palabra, sobre cada noticia y el cómo se ejerce por parte de los periodistas, la autocensura o la censura contra todo aquello que pueda afectar al régimen que se encuentra en el poder. Es así como un sistema político ejerce su dictadura, todo, desde los medios de comunicación, los centros de estudios, las ONG, la justicia, las librerías todo debe ser controlado por la pequeña oligarquía que ha dominado la historia colombiana durante los últimos 200 años. Ellos deciden que es verdad, que es mentira, que noticias merecen ser mencionadas, sólo así se puede entender por ejemplo que un acto de corrupción por parte de un funcionario del sistema merezca mayor cobertura que otro.
Por tanto los medios se mantienen callados mientras que las guerrillas y los paramilitares asesinan a aquellos que se les oponen, mientras las empresas multinacionales explotan el territorio patrio o cuando el Estado colombiano refinancia la deuda con el FMI. El atentado contra el defensor de derechos humanos de las víctimas de la guerrilla FERNANDO VARGAS no mereció mención en ningún medio de gran difusión, el asesinato de MANUEL MOYA y GRACIANO BLANDON dos afro-descendientes que denunciaban el proyecto político militar de las FARC en el Choco, tampoco merecía ser escuchado por la población.
WISCONSIN
Un ejemplo de este control sobre los medios de comunicación, se pude observar al contrastar las diferencias en la cobertura que les han dado a las revoluciones árabes en oposición con la nula mención de las multitudinarias concentraciones que está viviendo Estados Unidos y que tiene en aprietos al centro de las plutocracias internacionales.
Las inmensas marchas y concentraciones contra las dictaduras y los poderes aparentes del mundo árabe, son retratadas como muestra de un pueblo descontento con sus líderes, que no los escuchan y bloquean su libertad, la solución según ellos es simple, y se llama Democracia, nosotros preferimos llamarla Estado Burgués de Derecho, esa fórmula mágica que siempre es abandonada cuando la dictadura o monarquía tercer mundista, es un fiel lacayo del sistema monetario capitalista.
En contraste a lo anterior, las concentraciones de Estados Unidos contra los líderes del estado, no requieren mención, el pueblo colombiano y de ningún lugar del mundo se puede enterar de que, el sueño americano no es tan feliz, ni tan perfecto como nos fue mostrado en el pasado, el recorte de derechos sindicales, los recortes de salarios y el atropelló de la población local en la toma de decisiones tan trascendentales, son apenas unas de las causas de la crisis que vive hoy América. ¿Cuál es la solución que plantean esos líderes? Claro que a los causantes de la crisis no se les puede castigar, ellos actuaban según las fuerzas invisibles del capitalismo financiero, por lo tanto la solución es simple esos manifestantes hay que difamarlos, reprimirlos, o conseguir grupos de choque (en este caso los miembros del Tea Party). El mundo libre no puede soportar esas manifestaciones.
Comúnmente los medios están diseñados para centrarse en noticias banales, la cobertura del rescate minero en Chile hasta en sus aspectos más irrelevantes, contrasta con las cientos de muertes de mineros en Colombia que no merecen mención alguna. Vale más las piernas de una presentadora, de baja monta, leyendo un monitor que el contenido detrás de cualquier noticia.
Esas oligarquías, nos dan la lección de lo que son los medios masivos de comunicación, todo obtiene un significado distinto de acuerdo al contexto, una vez en peligro el sistema capitalista recurre a la libertad de expresión que reprimió a toda costa en el pasado, la libertad de expresión por tanto se ve reducida a la libertad de especular, ocultar y tergiversar, las tres consignas del periodismo libre.
SANTIAGO IASI
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