jueves, 21 de julio de 2011

JUSTICIA A MANUEL MOYA, DECLARADO CULPABLE MAXWELL ROMAÑA


Declarado culpable CÓMPLICE Y AUTOR del asesinato de Manuel Moya Y Graciano Blandón, Maxwell Romaña podría pagar una pena de 50 años por asesinato a persona protegida, JUSTICIA DICE QUE NO DESCANSARA HASTA ALCANZAR A TODOS LOS CULPABLES.


AVANTI RAGAZZI DEDICA ESTA CANCIÓN AL PARTIDO COMUNISTA Y A LOS ESBIRROS DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN


NO DESCANSAREMOS HASTA CONQUISTAR LA JUSTICIA!

miércoles, 20 de julio de 2011

FELIZ 20 DE JULIO!!!!


ORGULLOSAMENTE COLOMBIANOS
ORGULLOSAMENTE LATINOAMERICANOS!

En este 20 DE JULIO debemos hacer un alto, para recordar nuestra historia, la condición en la que Vivian nuestros pueblos, el proceso de la guerra libertaria y los sentimientos que gestaron la campaña de nuestros próceres, el vacío de poder que vivió el imperio Español, por los golpes napoleónicos y los deseos criollos de mantener su lealtad en la misma acta de independencia, recordando el lazo filial con un imperio que otorgo la administración colonial a aventureros y nobles por su consanguinidad más que por su idoneidad.

La explotación física de los ocupantes de las colonias, la desinformación en la que malos funcionarios sumieron al monarca y la corrupción judicial de las cortes virreinales.

Los criollos levantaron sus voces, su brazos y sus armas por un sueño, no de independencia en su comienzo, si no de igualdad de oportunidades, leyes justas, derecho real a participar en las juntas de gobierno, derechos que muchos de sus herederos olvidaron transformando una guerra libertaria en la génesis de la consolidación de clases políticas, plutocráticas y reaccionarias frente a los derechos del pueblo sumido en la miseria.

Pero como ser libres de elegir el destino, como cambiar la situación cuando nuestras palabras no llegan al poderoso, cuando sus lacayos intermedios se lucran de nuestras lagrimas y de nuestras necesidades, independencia, grito de independencia, solo la independencia era la alternativa.
Independencia como dignidad, dignidad como oportunidad.

Este grito continental retumbo en los cielos, se escucho en el sur del continente, recordemos al gran hombre, José de San Martín, también en el norte donde el padre Hidalgo exigió el justo trato para los indígenas mexicanos.

Voces indignadas se levantaron para exigir un lugar bajo el sol.

Lastimosamente estos deseos fueron manipulados por los países anti hispánicos como gran Bretaña y los Estado Unidos, quienes vieron en esta gesta la oportunidad de penetrar con su capitalismo calvinista y su libre mercado aprovechando su revolución industrial y el comienzo de la producción en masa, con miras a minar las economías mundiales.

Aun así el merito de los valientes se alza como una victoria espiritual en el corazón de los hispanoamericanos, sentimiento de dignidad olvidada por muchos, Pero que en este bicentenario retumban desde la historia, recordando que aun existe esperanza, que aun existen sueños y corazones valientes para empuñar esa espada, la espada de la autarquía, de la soberanía, de la grandeza hispanoamericana.

Desde Durango, Parral, la Habana, Managua, Caracas, pasando por Cusco, Asunción y la Patagonia, una voz se está alzando, una voz de dignidad que despierta el temor del león del norte, una voz de hispanidad una voz de garra indígena.

Nuestra dignidad responde al peso de la historia, no la ensuciemos permitiendo la profanación de nuestro territorio, la humillación de nuestra soberanía, no permitamos su manipulación por ideales que portan disfraces de interés sociales pero en su alma esconden las cadenas de la tiranía del partido.
El único límite de los pueblos son sus gobernantes, la ambición del interés particular una clases sometida.

POR DIGNIDAD NACIONAL!

NI GRINGOCRACIA NI SOCIALISMO DEL SIGLO XXI.

Es por esto que en este 20 DE JULIO, exaltamos el mensaje de dignidad, que se alza en los aires recordando, que el querer es poder y que el tirano por más tirano no puede con la voluntad de los valientes.

lunes, 11 de julio de 2011

NO SOMOS NI SEREMOS NUNCA ULTRADERECHA!



Es preocupante observar que tanto los medios de comunicación, al servicio de la plutocracia nacional, como los que están al servicio del socialismo del siglo XXI, tienden a recurrir a sucias etiquetas, para poder silenciar así la voz de la juventud inconforme que como monolito de fuego y pasión amenaza golpear las bases de los estamentos de la sociedad nacional, débiles pilares de una oligarquía pútrida y una partidocracia que se hace llamar izquierdista.

Etiquetas como ultraderecha, derecha, godos, fachos…son algunos de los epítetos con los que se buscan vetar la opinión crítica frente a los abusos que sufrimos los Colombianos a manos de este eterno “frente nacional” cabe decir que todos estos nos los han puesto y nos pondrán muchos más en nuestro camino, en esta lucha estoica contra la injusticia, la estupidez y la cobardía.

Es por esto que queremos aclarar ciertas dudas.

VANGUARDIA NACIONAL NO ES Y NUNCA SERA DE DERECHA, MENOS ULTRA DERECHA.
Nuestra lucha es nacionalista, panamericanista y social, mas no de izquierda.

Del brazo de las justicia, es Afro y es Indígena, no rechaza al blanco ni idealiza raza alguna, simplemente venera el crisol de lo que históricamente somos, “COLOMBIANOS”.

No esta con gremios, empresarios ni partidos

NOS REVELAMOS A LA IMPOSICIÓN DEL CONFLICTO, DENUNCIAMOS PARAMILITARES Y GUERRILLEROS, NARCOTRAFICANTES Y POLÍTICOS!

Abogamos por la cultura, la defensa de las tradiciones y la identidad propia de las regiones de la nación Colombiana , LA NACIÓN DEL SOL.

Ante todo luchamos por la Restauración moral y política de la nación, resumiendo el espíritu de nuestra cruzada en el rampante lema “NUEVO GOBIERNO ALTA MORALIDAD “ .

SOMOS RESISTENCIA, EL BASTION ANTISANTISTA, SOMOS TAN ANTIURIBISTAS COMO ANTICOMUNISTAS

No tenemos un programa, ni un cronograma para el año 3000, nuestro camino se construye cada día en el desenmascaramiento de la mentira humanitaria y política.

Por tanto nos declaramos en pie de lucha, voces al viento frente a la manipulación, ante su desinformación, INGENIO Y PRACTICIDAD, ante su PERSECUCIÓN RESISTENCIA Y VALOR.

VANGUARDIA NACIONAL NI IZQUIERDAS NI DERECHAS!

Espada de una historia, desafío popular a la hegemonía.


viernes, 8 de julio de 2011

DISCURSO DE JOSÉ MARTÍ



Discurso pronunciado por José Martí, en el que hace referencia a Simón Bolívar, en la velada de la Sociedad Literaria Hispanoamericana el 28 de octubre de 1893, y publicado en "Patria", Nueva York, el 4 de noviembre de 1893.

Señoras, señores:

Con la frente contrita de los americanos que no han podido entrar aún en América; con el sereno conocimiento del puesto y valer reales del gran caraqueño en la obra espontánea y múltiple de la emancipación americana; con el asombro y reverencia de quien ve aún ante sí, demandándole la cuota, a aquel que fue como el samán de sus llanuras, en la pompa y generosidad, y como los ríos que caen atormentados de las cumbres, y como los peñascos que viven ardiendo, con luz y fragor, de las entrañas de la tierra, traigo el homenaje infeliz de mis palabras, menos profundo y elocuente que el de mi silencio, al que desclavó del Cuzco el gonfalón de Pizarro. Por sobre tachas y cargos, por sobre la pasión del elogio y la del denuesto, por sobre las flaquezas mismas, ápice negro en el plumón del cóndor, de aquel príncipe de la libertad, surge radioso el hombre verdadero. Quema, y arroba. Pensar en él, asomarse a su vida, leerle una arenga, verlo deshecho y jadeante en una carta de amores, es como sentirse orlado de oro el pensamiento. Su ardor fue el de nuestra redención, su lenguaje fue el de nuestra naturaleza, su cúspide fue la de nuestro continente: su caída, para el corazón. Dícese Bolívar, y ya se ve delante el monte a que, más que la nieve, sirve el encapotado jinete de corona, ya el pantano en que se revuelven, con tres repúblicas en el morral, los libertadores que van a rematar la redención de un mundo. ¡Oh, no! En calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella: ¡de Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies...! Ni a la justa admiración ha de tenerse miedo, porque esté de moda continua en cierta especie de hombres el desamor de lo extraordinario; ni el deseo bajo del aplauso ha de ahogar con la palabra hinchada los decretos del juicio; ni hay palabra que diga el misterio y fulgor de aquella frente cuando en el desastre de Casacoima, en la fiebre de su cuerpo y la soledad de sus ejércitos huidos, vio claros, allá en la cresta de los Andes, los caminos por donde derramaría la libertad sobre las cuencas del Perú y Bolivia. Pero cuanto dijéramos, y aun lo excesivo, estaría bien en nuestros labios esta noche, porque cuantos nos reunimos hoy aquí, somos los hijos de su espada.

Ni la presencia de nuestras mujeres puede, por temor de parecerles enojoso, sofocar en los labios el tributo; porque ante las mujeres americanas se puede hablar sin miedo de la libertad. Mujer fue aquella hija de Juan de Mena, la brava paraguaya, que al saber que a su paisano Antequera lo ahorcaban por criollo, se quitó el luto del marido que vestía, y se puso de gala, porque «es día de celebrar aquél en que un hombre bueno muere gloriosamente por su patria»; —mujer fue la colombiana, de saya y cotón, que antes que los comuneros, arrancó en el Socorro el edicto de impuestos insolentes que sacó a pelear a veinte mil hombres; —mujer la de Arismendi, para la cual la mejor perla de la Margarita, que a quien la pasea presa por el terrado de donde la puede ver el esposo sitiador, dice, mientras el esposo riega de metralla la puerta del fuerte: «Jamás lograréis de mí que le aconseje faltar a sus deberes»; —mujer aquella soberana Pola, que armó a su novio para que se fuese a pelear, y cayó en el patíbulo junto a él; —mujer Mercedes Abrego de trenzas hermosas, a quien cortaron la cabeza porque bordó, de su oro más fino, el uniforme del Libertador; —mujeres lo que el piadoso Bolívar llevaba a la grupa, fieras indómitas de sus soldados, cuando a pechos juntos vadeaban los hombres el agua enfurecida por donde iba la redención a Boyacá, y de los montes andinos, siglos de la naturaleza, bajaban torvos y despedazados los torrentes.

Hombre fue aquél en realidad extraordinario. Vivió como entre llamas, y lo era. Ama, y lo que dice es como florón de fuego. Amigo, se le muere el hombre honrado a quien quería, y manda que todo cese a su alrededor. Enclenque, en lo que anda el posta más ligero barre con un ejército naciente todo lo que hay de Tenerife a Cúcuta. Pelea, y en lo más afligido del combate, cuando se le vuelven suplicantes todos los ojos, manda que le desensillen el caballo. Escribe, y es como cuando en lo alto de una cordillera se coge y cierra de súbito la tormenta, y es bruma y lobreguez el valle todo; y atajos abre la luz celeste la cerrazón, y cuelgan de un lado y otro las nubes por los picos, mientras en lo hondo luce el valle fresco con el primor de todos sus colores. Como los montes era él ancho en la base, con las raíces en las del mundo, y por la cumbre enhiesto y afilado, como para penetrar mejor en el cielo rebelde. Se le ve golpeando, con el sable de puño de oro, en las puertas de la gloria. Cree en el cielo, en los dioses, en los inmortales, en el dios de Colombia, en el genio de América, y en su destino. Su gloria lo circunda, inflama y arrebata. Vencer ¿no es el sello de la divinidad? ¿vencer a los hombres, a los ríos hinchados, a los volcanes, a los siglos, a la naturaleza? Siglos, ¿cómo los desharía si no pudiera hacerlos? ¿no desata razas, no desencanta el continente, no evoca pueblos, no ha recorrido con las banderas de la redención más mundo que ningún conquistador con las de la tiranía, no habla desde el Chimborazo con la eternidad y tiene a sus plantas en el Potosí, bajo el pabellón de Colombia picado de cóndores, una de las obras más bárbaras y tenaces de la historia humana? ¿no le acatan las ciudades, y los poderes de esta vida, y los émulos enamorados o sumisos, y los genios del orbe nuevo, y las hermosuras? Como el sol llega a creerse, por lo que deshiela y fecunda, y por lo que ilumina y abrasa. Hay senado en el cielo, y él será, sin duda, de él. Ya ve el mundo allá arriba, áureo de sol cuajado, y los asientos de la roca de la creación, y el piso de las nubes, y el techo de centellas que le recuerden, en el cruzarse y chispear, los reflejos del mediodía de Apure en los rejones de sus lanzas; y descienden de aquella altura, como dispensación paterna, la dicha y el orden sobre los humanos. — ¡Y no es así el mundo, sino suma de la divinidad que asciende ensangrentada y dolorosa del sacrificio y prueba de los hombres todos! Y muere él en Santa Marta del trastorno y horror de ver hecho pedazos aquel astro suyo que creyó inmortal, en su error de confundir la gloria de ser útil, que sin cesar le crece, y es divina de veras, y corona que nadie arranca de las sienes, con el mero accidente del poder humano, merced y encargo casi siempre impuro de los que sin mérito u osadía lo anhelan para sí, o estéril triunfo de un bando sobre otro, o fiel inseguro de los intereses y pasiones, que sólo recae en el genio o la virtud en los instantes de suma angustia o pasajero pudor en que los pueblos, enternecidos por el peligro, aclaman la idea o desinterés por donde vislumbran su rescate. ¡Pero así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!

América hervía, a principios del siglo, y él fue como su horno. Aún cabecea y fermenta, como los gusanos bajo la costra de las viejas raíces, la América de entonces, larva enorme y confusa. Bajo las sotanas de los canónigos y en la mente de los viajeros próceres venía de Francia y de Norteamérica el libro revolucionario, a avivar el descontento del criollo de decoro y letras, mandado desde allende a horca y tributo; y esta revolución de lo alto, más la levadura rebelde y en cierto modo democrática del español segundón y desheredado, iba a la par creciendo, con la cólera baja, la del gaucho y el roto y el cholo y el llanero, todos tocados en su punto de hombre: en el sordo oleaje, surcado de lágrimas el rostro inerme, vagaban con el consuelo de la guerra por el bosque las majadas de indígenas, como fuegos errantes sobre una colosal sepultura. La independencia de América venía de un siglo atrás sangrando: — ¡ni de Rousseau ni de Washington viene nuestra América, sino de sí misma! — Así, en las noches amorosas de su jardín solariego de San Jacinto, o por las riberas de aquel pintado Anauco por donde guió tal vez los pies menudos de la esposa que se le murió en flor, vería Bolívar, con el puño al corazón, la procesión terrible de los precursores de la independencia de América: ¡van y vienen los muertos por el aire, y no reposan hasta que no está su obra satisfecha! Él vio, sin duda, en el crepúsculo del Ávila el séquito cruento...

Pasa Antequera, el del Paraguay, el primero de todos, alzando de sobre su cuello rebanado la cabeza: la familia entera del pobre inca pasa, muerta a los ojos de su padre atado, y recogiendo los cuartos de su cuerpo: pasa Túpac Amaru: el rey de los mestizos de Venezuela viene luego, desvanecido por el aire, como un fantasma: dormido en su sangre va después Salinas, y Quiroga muerto sobre su plato de comer, y Morales como viva carnicería, porque en la cárcel de Quito amaban a su patria; sin casa adonde volver, porque se la regaron de sal, sigue León, moribundo en la cueva: en garfios van los miembros de José España, que murió sonriendo en la horca, y va humeando el tronco de Galán , quemado ante el patíbulo: y Berbeo pasa, más muerto que ninguno —aunque de miedo a sus comuneros lo dejó el verdugo vivo—, porque para quien conoció la dicha de pelear por el honor de su país, no hay muerte mayor que estar en pie mientras dura la vergüenza patria: ¡y, de esta alma india y mestiza y blanca hecha una llama sola, se envolvió en ella el héroe, y en la constancia y la intrepidez con ella; en la hermandad de la aspiración común juntó al calor de la gloria, los compuestos desemejantes; anuló o enfrenó émulos, pasó el páramo y revolvió montes, fue regando de repúblicas la artesa de los Andes, y cuando detuvo la carrera, porque la revolución argentina oponía su trama colectiva y democrática al ímpetu boliviano, ¡catorce generales españoles acurrucados en el cerro de Ayacucho, se desceñían la espada de España!

De las palmas de las costas, puestas allí como para entonar canto perenne al héroe, sube la tierra, por tramos de plata y oro, a las copiosas planicies que acuchilló de sangre la revolución americana; y el cielo ha visto pocas veces escenas más hermosas, porque jamás movió a tantos pechos la determinación de ser libres, ni tuvieron teatro de más natural grandeza, ni el alma de un continente entró tan de lleno en la de un hombre. El cielo mismo parece haber sido actor, porque eran dignas de él, en aquellas batallas: ¡parece que los héroes todos de la libertad, y los mártires todos de toda la tierra, poblaban apiñados aquella bóveda hermosa, y cubrían, como gigante égida, el aprieto donde pujaban nuestras armas o huían despavoridos por el cielo injusto, cuando la pelea nos negaba su favor! El cielo mismo debía, en verdad, detenerse a ver tanta hermosura: —de las eternas nieves, ruedan, desmontadas, las aguas portentosas: como menuda cabellera, o crespo vellón, visten las negras abras árboles seculares; las ruinas de los templos indios velan sobre el desierto de los lagos: por entre la bruma de los valles asoman las recias torres de la catedral española: los cráteres humean, y se ven las entrañas del universo por la boca del volcán descabezado: ¡y a la vez, por los rincones todos de la tierra, los americanos están peleando por la libertad! Unos cabalgan por el llano y caen al choque enemigo como luces que se apagan, en el montón de sus monturas; otros, rienda al diente, nadan, con la banderola a flor de agua, por el río crecido; otros, como selva que echa a andar, vienen costilla a costilla, con las lanzas por sobre las cabezas; otros trepan un volcán, y le clavan en el belfo encendido la bandera libertadora. ¡Pero ninguno es más bello que un hombre de frente montuosa, de mirada que le ha comido el rostro, de capa que le aletea sobre el potro volador, de busto inmóvil en la lluvia del fuego o la tormenta, de espada a cuya luz vencen cinco naciones! Enfrena su retinto, desmadejado el cabello en la tempestad del triunfo, y ve pasar, entre la muchedumbre que le ha ayudado a echar atrás la tiranía, el gorro frigio de Ribas, el caballo dócil de Sucre, la cabeza rizada de Piar, el dolmán rojo de Páez, el látigo desflecado de Córdoba, o el cadáver del coronel que sus soldados se llevan envuelto en la bandera. Yérguese en el estribo, suspenso como la naturaleza, a ver a Páez en las Queseras dar las caras con su puñado de lanceros, y a vuelo de caballo, plegándose y abriéndose, acorralar en el polvo y la tiniebla al hormiguero enemigo. ¡Mira, húmedos los ojos, el ejército de gala, antes de la batalla de Carabobo, al aire colores y divisas, los pabellones viejos cerrados por un muro vivo, las músicas todas sueltas a la vez, el sol en el acero alegre, y en todo el campamento el júbilo misterioso de la casa en que va a nacer un hijo! ¡Y más bello que nunca fue en Junín, envuelto entre las sombras de la noche, mientras que en pálido silencio se astillan contra el brazo triunfante de América las últimas lanza españolas!

... Y luego, poco tiempo después, desencajado, el pelo hundido por las sienes enjutas, la mano seca como echando atrás el mundo, el héroe dice en su cama de morir: «¡José! ¡José! vámonos, que de aquí nos echan: ¿adónde iremos?» Su gobierno nada más se había venido abajo, pero él acaso creyó que lo que se derrumbaba era la república; acaso, como que de él se dejaron domar, mientras duró el encanto de la independencia, los recelos y personas locales, paró en desconocer, o dar por nulas o menores, estas fuerzas de realidad que reaparecían después del triunfo: acaso, temeroso de que las aspiraciones rivales le decorasen los pueblos recién nacidos, buscó en la sujeción, odiosa al hombre, el equilibrio político, sólo constante cuando se fía a la expansión, infalible en un régimen de justicia, y más firme cuanto más desatada. Acaso, en su sueño de gloria, para la América y para sí, no vio que la unidad de espíritu, indispensable a la salvación y dicha de nuestros pueblos americanos, padecía, más que se ayudaba, con su unión en formas teóricas y artificiales que no se acomodaban sobre el seguro de la realidad: acaso el genio previsor que proclamó que la salvación de nuestra América está en la acción una y compacta de sus repúblicas, en cuanto a sus relaciones con el mundo y al sentido y conjunto de su porvenir, no pudo, por no tenerla en el redaño, ni venirle del hábito ni de la casta, conocer la fuerza moderadora del alma popular, de la pelea de todos en abierta lid, que salva, sin más ley que la libertad verdadera, a las repúblicas: erró acaso el padre angustiado en el instante supremo de los creadores políticos, cuando un deber les aconseja ceder a nuevo mando su creación, porque el título de usurpador no la desluzca o ponga en riesgo, y otro deber, tal vez en el misterio de su idea creadora superior, les mueve a arrostrar por ella hasta la deshonra de ser tenidos por usurpadores.

¡Y eran las hijas de su corazón, aquellas que sin él se desangraban en lucha infausta y lenta, aquellas que por su magnanimidad y tesón vinieron a la vida, las que le tomaban de las manos, como que de ellas era la sangre y el porvenir, el poder de regirse conforme a sus pueblos y necesidades! ¡Y desaparecería la conjunción, más larga que la de los astros del cielo, de América y Bolívar para la obra de la independencia, y se revelaba el desacuerdo patente entre Bolívar, empeñado en unir bajo un gobierno central y distante los países de la revolución, y la revolución americana, nacida, con múltiples cabezas, del ansia del gobierno local y con la gente de la casa propia! «José! José! vámonos, que de aquí nos echan: ¿adónde iremos?»...

¿Adónde irá Bolívar? ¡Al respeto del mundo y a la ternura de los americanos! ¡A esta casa amorosa, donde cada hombre le debe el goce ardiente de sentirse como en brazos de los suyos en los de todo hijo de América, y cada mujer recuerda enamorada a aquél que se apeó siempre del caballo de la gloria para agradecer una corona o una flor a la hermosura! ¡A la justicia de los pueblos, que por el error posible de las formas, impacientes, o personales, sabrán ver el empuje que con ellas mismas, como de mano potente en lava blanda, dio Bolívar a las ideas madres de América! ¿Adónde irá Bolívar? ¡Al brazo de los hombres para que defiendan de la nueva codicia, y del terco espíritu viejo, la tierra donde será más dichosa y bella la humanidad! ¡A los pueblos callados, como un beso de padre! ¡A los hombres del rincón y de lo transitorio, a las panzas aldeanas y los cómodos harpagones, para que, en la hoguera que fue aquella existencia, vean la hermandad indispensable al continente y los peligros y la grandeza del porvenir americano! ¿Adónde irá Bolívar?... Ya el último virrey de España yacía con cinco heridas, iban los tres siglos atados a la cola del caballo llanero, y con la casaca de la victoria y el elástico de lujo venía al paso el Libertador, entre el ejército, como de baile, y al balcón de los cerros asomado el gentío, y corno flores en jarrón, saliéndose por las cuchillas de las lomas, los mazos de banderas. El Potosí aparece al fin, roído y ensangrentado: los cinco pabellones de los pueblos nuevos, con verdaderas llamas, flameaban en la cúspide de la América resucitada: estallan los morteros a anunciar al héroe —y sobre las cabezas descubiertas de respeto y espanto, rodó por largo tiempo el estampido con que de cumbre en cumbre respondían, saludándolo, los montes. ¡Así de hijo en hijo, mientras la América viva, el eco de su nombre resonará en lo más viril y honrado de nuestras entrañas!


jueves, 7 de julio de 2011

“LAS ONG SON UNAS IDIOTAS ÚTILES”

por FANNY KERTZMAN
La nueva mescolanza

No es ningún secreto que las Farc infiltran las organizaciones políticas y sociales como lo revelan los correos de Reyes y sus secuaces (ver). Se cubren muchas veces con el manto sagrado de ONG “que protegen lo derechos humanos”. Sí, estas ONG defienden los derechos humanos, pero solo los de la guerrilla.

Incluso el Presidente Rafael Correa del Ecuador denunció el 25 de junio el contubernio Farc/ONG en la zona fronteriza con Colombia” “Hay algunas [ONG] que incluso son cómplices de los grupos irregulares”, aseguró Correa…donde…actúan las Farc y bandas armadas del narcotráfico…entre 2007 y 2010 la cooperación internacional en la frontera… totalizó 143 millones de dólares, y..el 49% de esa ayuda la han ejecutado 70 ONG extranjeras. (Correa) recordó el caso de una ONG… que asistía a colombianos desplazados por la violencia y a la que en 2009 le fue retirada la inmunidad diplomática por sospechas sobre supuestos tratos con las Farc”(ver).

El Darién antioqueño y chocoano, donde actúan las Bacrim y los frentes 5, 57 y 58 de las Farc, es una zona geográfica clave para el tráfico de coca y armas, en la frontera con Panamá. Allí actúan ONG nacionales como la Comisión Intereclesial Justicia y Paz e internacionales como Brigadas de Paz y Pasc Canada.

En los años noventas aparentemente un contubernio de ONG, Farc y Alcaldía se ideó la controvertida Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en la que, supuestamente, la población se marginaba del conflicto y prohibía la entrada de actores armados. En plata blanca eso significó, mas bien, que la Fuerza Pública no podía entrar a la zona, para así garantizar la plena movilidad de las Farc, como lo han comprobado los testimonios de desmovilizados como alias Karina y alias Arlington. La zona está alambrada y hay que pedir permiso para entrar y salir, dizque por seguridad (de la guerrilla probablemente).

Conquistando territorio para asegurar los corredores del narcotráfico y armas, el modelo de Apartadó se ha extendido a las comunidades de la Cuenca de los ríos Curvaradó y Jiguamiandó, en el Chocó. La versión moderna se llama “Zonas Humanitarias”, que comprende asentamientos de campesinos desplazados por el Frente 57 de las Farc en sitios como Camelias, Gengado Medio, Corobazal, Buena Vista, San José de Gengado, No Hay como Dios y Andalucía, en la cuenca del río Curvaradó, que también están alambrados y bajo la opresión de la guerrilla.

La comunidad negra alega que la ayuda que deberían recibir para reconstruir sus viviendas, después de haber sido desplazados, se queda en manos de Justicia y Paz. Lo mismo sostienen los indígenas residentes en la zona.


Testimonio Brisas del Mar, familias desplazadas.

Los indigenas también acusan a Justicia y Paz.

Las ONG extranjeras presentes en la cuenca del río Curvaradó son conocidas de autos. Su labor consiste en mandar gringuitos ilusos a “acompañar” a supuestos “defensores de derechos humanos”, en todos sus desplazamientos, como escudos humanos. Pero vienen a otra cosa, como lo muestra esta foto*:

Mientras la reunión se adelantaba, abajo de la casa parroquial, en forma clandestina dos mujeres extranjeras que se identificaron como miembros de la ONG PBI (Peace Brigades International), llevaban un registro escrito de lo que en la Asamblea se trataba. Una vez fue puesta en evidencia, se quitó la gorra que la identificaba.

Esta gringuita está espiando debajo del salón donde se celebra una Asamblea de la Comunidad de la Cuenca del Curvaradó. Su gorra dice Peace Brigades. ¿Quién la habrá mandado a espiar? ¿De qué se esconde? Colombia ha expulsado a miembros de ONG extranjeras como aquellos que vienen a participar en Asambleas Sindicales como las de Sintrailnal, el Sindicato de la Industria de Alimentos que incluye trabajadores de Coca Cola y Nestlé. Hay una prohibición expresa a los extranjeros de participar en política en nuestro país.

Dado que el tema de derechos humanos se está agotando, las ONG le han cambiado el nombre a las “zonas humanitarias”, por el de “zonas humanitarias y de biodiversidad”. Eso significa que su “causa” se amplía supuestamente a la protección del medio ambiente.

Es el grito de batalla de que ahora los activistas se van a pegar de la supuesta defensa ambiental -que no les importa- para hacer no precisamente política, sino para encontrar nuevas fuentes de ingreso en las poderosas ONG ambientalistas internacionales, con el caballito de batalla de oponerse a la minería industrial, con la triste excusa de supuestamente defender el medio ambiente de la “predación extranjera que viene a llevarse nuestros recursos”, cuando en realidad es que porque con ella llega la presencia del Estado y se acaba el negociado de la minería ilegal, el nuevo tesoro de la guerrilla.

Mientras tanto se reparten la marrana de las donaciones internacionales, como Yasser Arafat, que murió con una fortuna de 3.000 millones de dólares que le robó al pueblo palestino en donaciones que venían de Naciones Unidas, entre otros dolientes.




domingo, 3 de julio de 2011

LA VERDAD DE GLORIA CUARTAS "GUERRILLERA" POLÍTICA DE LAS FARC



OTRO GOLPE DE CLARA LOPÉZ "TERRORISTA MORAL DE LA OLIGARQUIA"

La verdad de Gloria Cuartas nombrada recientemente como directora del instituto distrital de participación y acción comunal (IDPAC), un importante cargo que le permite gozar de una influencia directa sobre las juntas de acción comunal y otros organismos comunales en la ciudad.